domingo, 22 de mayo de 2011

Realidad contra ficción

A veces me pongo a pensar por qué elijo leer lo que leo.
Cualquiera que se ponga a mirar mi estantería de libres ve algo bastante obvio. Me gusta la literatura fantástica. Se ve en el hecho de que poseo los libros de mi estimadisimo autor favorito J.R.R Tolkien, a los que sumo cuatro libros de Warhammer Fantasy, ocho libros de Forgotten Realms y veinticuatro libros de la serie Dragonlance.
Esos los que mas resalto. Luego puedo pasar tranquilo por libros como Harry Potter, las Crónicas Vampiricas de Anne Rice y algún que otro libro de ficción mechado por ahí.
Ficción que no siempre tiene un par de dragones y tres o cuatro espadas, a veces es mas estilo thriller.

Me puse a pensar por qué disfruto tanto de la ficción en si. Y me di cuenta de que es por el ritmo que varios autores plasman en sus páginas. Cómo te atrapan con esas cosas que sabés que no existen pero que disfrutas igual.
Comparé algunos autores por los que pasé fugazmente como es el caso de Mario Delgado Aparaín (al que considero extremadamente gris y simple) con mis objetos de lectura, y bueno, simplemente creo que para leer historias de vida, leo biografías no novelas.
Se considera muchas veces infantil el leer fantasía épica, como si fuera una cosa de adolescentes y ya, algo pasajero, que hay que evolucionar y leer algo que a los ojos de los criticos sea totalmente invaluable.

Let me tell you something, Tolkien no es sujeto de estudio en la literatura a nivel mundial como muchos clásicos obsoletos porque los que determinan los libros a estudiar son gente con cabeza cuadrada que considera que cuando la ficcion se va muy lejos de la realidad ya no vale la pena.
El señor Tolkien bebió directamente de la narrativa oral de la mitología escandinava y celta y es hoy por hoy el mejor autor de novela fantástica jamás visto, y sin él, no existe la literatura fantástica moderna, casi todo lo que podemos leer de factura similar en contenido mama de sus obras primordiales.
Ni que hablar que el buen hombre creó varios idiomas utilizados en su libro y en unas decenas de años creó un mundo enteramente nuevo, con sus propios habitantes, mitologías, dioses, la creación del mundo, distintas edades y un gran etc. Por no mencionar que se defendía con efectivadad relatando poesía.

¿Por qué leo estas cosas en lugar de una novela que si bien ficticia esta casi pegada a la realidad? Simple, no lo considero divertido, no es entretenido leer sobre la vida misma, totalmente gris de cualquier otra persona. Para eso escribo un diario y lo releo al final del dia recapitulándome continuamente.

Sin embargo por motivos académicos tuve que acercarme al área de los escritores iberoamericanos, que de hecho no es mi preferida. Es muy dificil encontrar algo que me guste porque se alejan del común denominador de mi literatura.
Fui sorprendido más que gratamente por Gabriel García Márquez con "Cien Años de Soledad", que ciertamente me fascinó de principio a fin (guess why... yeah, fantasy and magic).
Ahora estoy leyendo "La Fiesta del Chivo" de Mario Vargas Llosa, otro autor considerado de los más grandes de América Latina. Qué decir, me ha atrapado verdaderamente. ¿Por qué? porque a pesar de estar ambientado en este, nuestro mundo, su componente ficticio no deja que el factor "ah che esto es la vida normal" se apodere de todo.
No tiene gracia leer lo que le pasa al vecino, a menos claro, que sea algo espectacular (y por ende ficticio y alejado de la realidad).

3 comentarios:

  1. http://www.tierradelibros.com/product_info.php?products_id=181

    leete esto y llora :)

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  2. no gracias, no hace falta, eso lo compraré con mi propio bolsillo algún día :)

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