sábado, 18 de junio de 2011

Ethereal - Material

Es lo que estoy pensando en este momento.
Estos ultimos días me puse a pensar en que aparte de escribir (cosa que hace mucho tiempo que no hago desgraciadamente), me gusta también componer música para dar forma a mis pensamientos y fantasías.

Game Ova es mi banda. Yo toco la guitarra ahí desde hace un año y medio más o menos. Recuerdo haber ido a ensayar/probarme por primera vez con un nerviosismo que me distrajo lo suficiente como para bajarme del omnibus varias paradas después de la indicada.
Por suerte fui rescatado por el otro guitarrista de la banda que andaba cerca con su moto.
Desde ese día en adelante, me gusta decir que me sentí más que a gusto con mis nuevos compañeros que al poco tiempo se volvieron también de mis amigos más queridos a pesar de roces sutiles que hemos tenido respecto a algunos pensamientos.

La semana pasada falleció un amigo muy cercano de los integrantes de la banda, que fue mi predecesor en la guitarra.
Nunca tuve el gusto de conocerlo, y sentí de cerca el dolor de mis compañeros.
El dia de ayer teníamos una fecha a concretar, que se convirtió en un homenaje para este amigo.
Seria injusto decir que no le hicimos justicia a su memoria pues el show en lo que respecta a nosotros dejó que desear técnicamente, y pongo énfasis en mi mismo antes que el resto de los integrantes porque tuve la mala suerte de oir bien claros mis errores.
Terminamos nuestro acto con un sabor amargo, pero que tuvo sus momentos álgidos.

Muchos amigos del fallecido estuvieron presentes coreando su nombre. También varios familiares. Y quienes no lo conocían mucho también se sumaron a los cánticos.
Fue dificil por momentos concentrarnos, y en eso estuvimos todos de acuerdo. Era dificil concentrarse en un show, con el recuerdo fresco de ese amigo que no está más.
Y los entiendo profundamente. Por mi parte, intenté dar lo mejor de mi, un homenaje respetuoso y de corazón, pero me temo que el ambiente general de la banda, de nerviosismo y de tristeza nos ganó de mano.

Personalmente salí echando chispas del escenario, y en el backstage me sorprendí al encontrarme con los padres del ex-Game Ova. Me saludaron y me agradecieron de corazón.
Ahí tuve un punto de quiebre y de golpe me abarcó la tristeza.
Sentir el dolor de otros, no poder hacer nada, es practicamente equiparable al dolor sentido en carne propia.
Hoy me desperté sin muchas horas de sueño, con un sabor agridulce.
Entendí que el show a nivel técnico no importó. Cómo tocar no había importado en el escenario. Más importante era dar una despedida a un amigo que tristemente se fue.
Pienso que en ese sentido no fue perfecto, pero que nuestro saludo fue claro y escuchado.
Ahora mismo me quedo sin palabras para describir lo que siento.
Aunque no me sintiera el más indicado, me alegro de poder haberme unido a ese homenaje, ese adios a una persona tan especial para tanta gente especial para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario